Hoy como ayer...en ascenso.

Quien nos iba a decir a nosotros hace un año que la vida nos cambiaría tanto, deportivamente hablando. Hemos pasado de estar jugando, con todos mis respetos, contra Águilas, Baza, Navalcarnero, Leganés, Jerez de los Caballeros, Diter Zafra, etc, a codearnos con equipos de renombre como la Real, Salamanca, Numancia, a poner contra las cuerdas a equipo no menos nombrados como Real Betis y Celta de Vigo y, también, hemos pasado por encima de equipos con mucha historia como Rayo Vallecano, Las Palmas, Cádiz, Castellón y Real Murcia, cuya victoria jamás se borrará de las retinas de los aficionados cartageneros. Por estas fechas, el año pasado se sentaba en nuestro banquillo un caballero de pelo y bigote gris, al que se le conocía como Fabri, que dos meses después sería destituido por un genio del hoyo (del golf), como es Paco Jémez, que supo encauzar (sí, aún más) los devenires de un Efesé que olía ha ascenso por sus cuatro costados. Cerrábamos el año 2008 con un empate en casa, contra el Mérida, lo que nos colocaba primeros en la clasificación a dos puntos del segundo, el Leganés, seguido de cerca por Murcia B y At. Ciudad.

Ahora nos entrena JIM, en su segunda etapa en tierras cartageneras, en las que se está rompiendo (y de qué manera) el tópico español de segundas partes nunca fueron buenas. El año lo cerramos en ascenso (ahora a primera, quién lo diría) tras haber hecho que el Levante hincara la rodilla en su estadio, permitiendo ésto que el F.C.Cartagena pase las navidades en ascenso, como el año pasado, ¡Oiga usted que casualidad! . Por aquel entonces se habían disputado (diciembre 2008) 18 partidos y el F.C.Cartagena contaba con 36 puntos en su casillero particular, acompañado de un claro +14 en el vagage de goles, teniendo en su haber 10 partidos ganados, por 6 empatados y 2 perdidos. Este año, el F.C.Cartagena cuenta con 29 puntos en 17 encuentros disputados, teniendo un vagage, también positivo, de + 9, habiendo ganado 8 encuentros, por 6 empatados y 4 perdidos. Cada año (y cada liga) es una historia, pero la historia y, quizás, el Dios del fútbol estén, por fin, de nuestra parte.