¿Se acaba el sueño?.

El FC Cartagena arrancó el choque sabiendo el pinchazo del Levante y que la victoria le haría depender de sí mismo. Pero se encontro a un Hércules al que el empate le servía para ascender si consigue los seis puntos que restan. Ahora toca tirar de calculadora y esperar que alicantinos y béticos fallen algún encuentro de los dos que quedan. No será fácil, pero en fútbol se han visto proezas más complicadas. Y como no, Juan Ignacio volvía a "sorprender" como ya hiciera ante Levante y Córdoba. Alineaba de inicio a Rubén, Expósito, Etxeita, Chus Herrero, Clavero, Ander Lafuente, Mariano Sánchez, Falcón, De Lucas, Víctor y Toché. Los laterales Txiki y Signorino se quedaron en el banco y en la grada respectivamente.

En la primera mitad primó el respeto. Calatayud apenas se inquietó. Rubén sí que intervino algo más, Tiago Gomes y Danciulescu le pusieron a prueba. Los minutos transcurrían con más emoción que buen juego. Toché pudo ser objeto de pena máxima por agarrón de Peña, pero Miranda Torres no lo vio así. Vïctor, pudo hacer gol, pero las propestas al árbitro le impidieron llegar al esférico. Mientras que el Cartagena imploraba el lanzamiento desde los nueve metros, el Hércules se lanzó a la contra. Tote y Rubén chocaron en el área y tampoco señaló nada el trencilla.

En la segunda mitad el Cartagena salió más enchufado. El Hércules se replegaba. A los cinco minutos, De Lucas botaba un falta y Falcón remataba al larguero. Sin duda, la ocasión más clara del Efesé. A los veinte minutos, Juan Ignacio movía ficha. El Cartagena se jugaba la temporada en los minutos finales. No hubo variación, "alfil por alfil", Falcón por Longás. El Hércules poco a poco se iba arriba y tres saques de esquina consecutivos llevarón el silencio a la grada. A falta de doce minutos, el Cartagena agotaba las cambios, Víctor y Lafuente daban paso a Balboa y Quintero. De Lucas, dentro del área, mandaba el balón alto. En la última contra herculana, Delibasic dejaba un balón a Kiko que a punto estuvo de batir a Rubén. Ya en el descuento, Quintero, algo lento, desaprovechaba una clara ocasión de gol.