Carta abierta al FC Cartagena.

Me dirijo al club de mi vida, el FC Cartagena, tras uno de los mayores enfados de mi vida por culpa de los precios de los abonos, dejando voluntariamente un tiempo prudencial que me permita expresarme con menos ira y más moderación. El enfado en principio es hacia el FC Cartagena y por uno momento se me antojó eterno (pese a que por supuesto, yo renovaré mi abono) pero bien pensado no es hacia el Efesé hacia quien dirijo mi enfado sino a quien lo gobierna. Y tampoco se me antoja eterno si existe en dichos gobernantes, por una lado la sapiencia de quién sabe rectificar (pese a que los precios son definitivos) y por otro lado la inteligencia y el tacto para con los cartageneristas que viven malos momentos económicos.

Se destacó, y muy bien destacado por parte de la prensa cartagenera, que uno de los grandes logros del Cartagena 2009/2010 había sido el resurgimiento y expansión de la masa social cartagenerista. Pese a que el sueño del ascenso no se tradujo finalmente en el salto a la 1ª División, se mascaba en Cartagena la posibilidad de que el ascenso, a medio o largo plazo, podía ser una realidad gracias a la incondicionalidad de una nueva masa de aficionados, que lejos de sentirse decepcionados, aseguraban volver al año siguiente aupados por esa fuerza e ilusión por la que otros pocos, demasiado pocos en años de penalidades, nos sentimos atrapados anteriormente. El Cartagena ha conseguido que unos cuantos miles de cartageneros y cartageneristas adquieran el hábito de acudir cada 15 días al estadio, no solo para vez el espectáculo que supuso ver al Efesé la pasada temporada sino animados por el ambiente festivo en el pre-partido, debido a la consolidación y descubrimiento de amistades cartageneristas, debido a los viajes, cenas y fiestas con el Efesé de excusa. Ese hábito, esa costumbre, ese no saber vivir un domingo sin saber del Efesé y ese no saber dejar de estar en el Cartagonova el día que el Efesé actúa de local, es de lo que ha carecido el Cartagena para que un municipio de 215.000 habitantes aún no sepa lo que es la 1ª División. Es el déficit respecto a otros clubs cercanos como el Hércules, Elche o R.Murcia. Ese déficit lo ha propiciado la carencia de logros deportivos de “nuestros Cartagena”.

Ahora estamos en un momento clave donde puede haber un antes y un después para el fútbol cartagenero, estamos en un momento dulce en lo económico (algo casi sin precedentes en nuestro fútbol) y en un momento dulce en lo deportivo (algo casi sin precedentes en nuestro fútbol), ambos puntos por obra del presidente Francisco Gómez. Esos dos puntos son claves para reservar un futuro esperanzador y un Cartagena grande y sostenible, pero para ello se debe trabajar ahora, en tiempo de bonanza, el aspecto social. Cuando lleguen momentos difíciles y los puntos claves anteriores fallen (no hay que ser un genio para saber que lo momentos malos antes o después llegarán), se recogerá lo que ahora se siembre. Por ello se debe trabajar por generar la incondicionalidad, no trabajar por destrozarla. Trabajar para contener una gran masa social por muchos años.

Los precios impuestos por Gómez para los abonos son medio-alto respecto a otros clubs de la categoría. El Cartagena no ha sabido seguir un camino de progresivo aumento de precios por la subida del caché deportivo del club en los últimos años. En el Cartagena no existen ideas claras (excepto en la parcela deportiva), no existen metas, ni rutas, ni etapas. Nunca mejor dicho, solo existe el blanco o el negro. Por ejemplo, un día te fijan una entrada a 7,5 € y a la semana siguiente a 30€. El club se mueve a impulsos y bajo caprichos o percepciones personales, eso es algo muy poco profesional y que da muestra de una deficiente seriedad. Es por ello que lo primero que choca es la enorme subida de precios. A algunos aficionados se le ha acostumbrado a ver fútbol donde no pueden permitírselo ¿por qué no se puso freno a ello cuando más sencillo resultaba, es decir, el año pasado?, respuesta evidente: no ideas claras, no metas, no rutas, no etapas.

Me parecen unos precios realmente moderados para un club con una masa social consolidada e incluso unos precios moderados para una ciudad que respira salud económica, pero son unos precios escandalosos para la masa social cartagenerista actual a la que todavía hay que consolidar y a la que hay que producirle la necesidad de acudir al fútbol, y también son unos precios escandalosos para un municipio que supera el 25% de paro. Bien saben los expertos que una de las diferencias entre un buen producto y otro que no, es la facilidad de pago…aquí el Cartagena atenta contra los más débiles. Solo existen pagos fraccionados, no demasiado cómodos y bajo ciertas condiciones que no pueden cumplir, por ejemplo, los más jóvenes, a los que tampoco se les facilita las zonas del Estadio donde el fútbol no se ve ni medio bien. No cuidar la cantera de aficionados es no cuidar el futuro del club. Y más ahora que muchos estaban creándose el hábito. También los expertos saben que existen varias catalogaciones de los productos, una de ella es dividirlos en productos imprescindibles y otros que son prescindibles, y las empresas trabajan por tornar los prescindibles en imprescindible. Aún no existe una gran masa social en Cartagena que considere que abonarse al Efesé sea algo casi imprescindible.

Por último está el premio a la fidelidad. Muchos clubs deportivos o sociales, hasta negocios o la simple comercialización de productos, premian la fidelidad. Desde el caso de los gimnasios, en el que resulta más barato pagar meses donde no vas a utilizar la instalación que pagar un nuevo alta, hasta el caso, por ejemplo del Celta de Vigo, que tiene distintas tarifas para abonados antiguos y nuevos abonados. Y hasta en una de mis peñas del "Efesé", aunque no oficializada por parte del FC Cartagena (y espero que así siga por muchos años), el nuevo asociado paga doble por el alta. El premio a la fidelidad es algo absolutamente normal como ténica de empresa.

Los precios y las condiciones en definitiva, son un disparate para la afición del FC Cartagena 2010/2011. Aún quedan remedios a aplicar tras las renovaciones de los abonos a finales de Julio: permitir pagos mensuales para parados y familias, fondos bajos para jóvenes “regalados”…solo hay que pararse y pensar, pero temo que en el Cartagena, vistas las pruebas, de puertas hacía dentro (volviendo a exceptuar la parcela deportiva) parece que la lucidez mental brilla por su ausencia, y los que no carecen de ella, carecen de otras cualidades como puede ser la valentía que les permita intentar imponer su lógica y su conocimiento de nuestro club y nuestra ciudad. La lucidez se convierte en algo prescindible cuando se trata de actuar de palmero o de florero. Luego se podrá justificar el fracaso culpando a la afición y amenazando con el traslado del club.

Ojala esté equivocado y de aquí a unos días tenga que rectificar. Ojala los precios y condiciones dados no sean inconveniente para que se abonen 10.000 personas. Ojala estos precios, que imagino que lo que buscan son mayores beneficios económicos, obtengan sus pretensiones. Aunque yo apuesto porque estos precios, si no se varia algún punto clave como la creación de gradas jóvenes o las facilidades de pago, darán menos beneficios económicos respeto al año pasado y por supuesto, un grandísima pérdida social, posiblemente irreparable. Aclaro que la causa de mi enfado no tiene nada que ver en el daño personal que me pueda ocasionar la subida de precios, tiene que ver con mi cariño hacia el FC Cartagena, el miedo al estrepitoso fracaso económico de mi club y el temor al rídiculo social que se puede ocasionar, a ojos de toda España, afectando gravemente a la imagen de mi club y mi ciudad.

P.D: A causa de la falta de respuestas aprovecho. Las 6 botellas de vino ¿quién las regala, Paco Gómez o el FC Cartagena?, ¿qué ha sucedido con el millón- millón y medio de € de superávit de la pasada temporada?, ¿destinado a paliar la deuda contraída con Paco Gómez?, ello no me enfadaría, me parecería sensato, simplemente quiero saber y no quiero que se me mienta ni oculte información. Un saludo a todos los cartageneristas, sobre todo a los fieles que con estos precios y estas condiciones no pueden continuar con su tradición anual de renovar el abono, o anteriormente el carnet de socio. Por ello un fuerte abrazo especialmente para A.C.P. y J.J.S.M.

Antonio A. Escudero Lidón, abonado Nº 147 en la temporada 2009/2010