Un caramelo para los rivales.

Esta temporada el Municipal Cartagonova pasará a la historia como el estadio donde todo rival blanquinegro quiso jugar, sin duda, por lo fácil que es puntuar. Con el encuentro ante el CD Baza, el FC Cartagena acumula cuatro encuentros consecutivos sin ganar en casa, nada nuevo, en toda la segunda vuelta sólo ha sido capaz de vencer en dos. Con estos números poco más que contar, otra jornada más a esperar los fallos de Águilas, Mérida, Melilla y Granada y claro, todos no van a fallar, así que hay que empezar a ser realista e ir pensando en la temporada siguiente, porque esta, según finalice, nos daremos con un canto en los dientes si jugamos la Copa del Rey.

Mañana de viento en el estadio, temperatura agradable y poco más de 1000 espectadores, fieles diría yo, porque la caras de antaño suenan más que nunca con tanto cemento y desidia, volvemos a épocas pasadas muy recientes, como sucedió al final de la temporada anterior. Pichi Lucas dio un pequeño cambio al once, como en él es habitual, sentó algunos "guardias pretorianos" en el banquillos y sorprendió su alineación. Alejandro, Ormazábal, Lusarreta, Orlando, Alcántara, Rocha, Mariano Sánchez, Curro, Ander Lafuente, Sívori y Xavi Molist. En la banqueta quedaron Leo, Caballero, Benítez, Koeman y Toledo.

El encuentro no puedo comenzar mejor para el FC Cartagena, a los dos minutos y tras una perfecta contra, el balón llegaba a Lafuente que anotaba el 1-0. Pero fue un espejismo, el empuje cartagenero apenas duró unos minutos, el equipo claramente reculó y dejó vía libre al Baza. Alcántara tenía problemas con sus botas y aprovecho para cambiarlas, en el 17 Sívori vería amarilla por protestar al árbitro no dejar pasar al lateral izquierdo. En el 20, Sivo dispara a centro de Rocha. En el 26, Lusarreta de cabeza enviaría alto. Y el Baza a lo suyo, presión, toque y control. En el 30, Jurado, cruza ante la salida de Alejandro. En el 34, Durán dispara flojo. Un minutos después, Belencoso no acierta y envía alto y en el 40 otra ocasión para el equipo visitante. En este minuto se producía el cambio de Lafuente, lesionado, por Benítez. Minutos después finalizaría la primera mitad.

En la segunda, el Cartagena jugaría mejor los primeros veinte minutos, pero sin acierto, estos jugadores están muy blandos, les pesan la botas y así es complicado rematar un encuentro. No se había cumplido el minuto 46, cuando Benítez solo enviaría alto. Segundos después, Molist mano a mano con el portero y su disparo lo atraparía el cancerbero. En el 53, un centro de Benítez sería rematado alto por Ormazábal. En el 55, el portero rechazaría a saque de esquina un chut de Rocha, que sería sustituido, tal vez lesionado, por Leo unos minutos después. En el 65 otra ocasión clara de Molist, pero su tiro saldría fuera. Pichi Lucas sustituiría al Molist por Koeman.

A partir ese instante, el partido volvió a dar un giro a favor de los basetanos. En el 67, Leo pierde un balón en el mediocampo, Jurado en jugada personal y aparentemente sin peligro, es derribado por Ormazábal y el trencilla pita la pena máxima. Belencoso, el pichichi del Baza se encarga de lanzar y Alejandro casi para, pero el esférico llegó al fondo de la red. El empate era bueno para ambos equipos, esa sensación dio desde la grada, el Baza toque y más toque. Dos acciones del Cartagena sin acierto, una de Benítez y otra de Sívori y en tiempo de descuento el CD Baza perdonó y de que forma, Belencoso tuvo en sus botas dos goles clarísimos, cuestión de empujar, pero ambos disparos salieron fuera.

Con este nuevo traspiés, el FC Cartagena dice prácticamente adiós a optar a puestos de play off, muchos números tendría que sacar y varios equipos fallar para que produjera este verdadero "milagro". Sólo esperar la reacción del equipo y que entre en puestos coperos. La salida a Águilas será muy complicada, Lafuente y Rocha se han retirado lesionados y Orlando acabó con molestias. El equipo no está bien y Pichi Lucas continúa sin acertar. De nuevo, el FC Cartagena tendrá más tiempo que nadie para planificar una temporada en la que nadie sabe que nos espera.