Cosas del destino.

Desde que la U.D.Vecindario descendiera en la temporada 2006/07 de Segunda A, ascenso que le birló primero al F.C.Cartagena y luego a la U.D.Levante "B", el club se sumergió en una crisis económica de aupa. Pese a la rebaja obtenida por el equipo gestor, comandado por Pablo Álvarez, de la deuda a corto plazo (se necesitarían 200.000 euros para liquidar los gastos más urgentes), el déficit global de la institución induce a pensar que le restan pocos días de vida. La mayor parte de las obligaciones de pago se fue acumulando la temporada en que los albinegros militaron en Segunda A. Incluso algunos dirigentes actuales ven comprometido su patrimonio al firmar en su momento avales sobre deudas. Con este cuadro tan desalentador, la planificación deportiva se encuentra en un segundo plano.