Sin ningún tema del cual escribiros hoy, me sumerjo en la red para encontrar temática para hacerlo. Me voy a la página del Real Murcia y nada nuevo, en la web del F.C.Cartagena ídem de lo mismo. Casi desisto, menos mal que he caído en la cuenta de que hay un periodista de la Región de Murcia que de vez en cuando suelta algunas perlas. Efectivamente, meto el hocico en su blog, y a sabiendas de que el Derbi iba a ser tema de escritura en dicho sitio, procedo a buscarlo. Y lo he encontrado.
Os lo reproduzco integramente:
A la tercera, puede que vaya la vencida. No hay que descartarlo, porque el fútbol tiene esas cosas. Aunque más sabe el chache por viejo, que por diablo, y después de un siglo viendo fútbol en grana y blanco, esta ciudad ya está curada de espanto. Vuelve un derbi regional en Segunda División, y con un equipo de Cartagena. 23 años después, nada menos. Pero es una película que nos suena a todos, no por aquellos partidos en Segunda B en la aciaga, pero recordada con nostalgia, década de los noventa, no. Primero fue el Ciudad de Murcia, engendrado aprovechando una supuesta agonía de nuestro centenario Real Murcia, usurpando colores e identidad, el que logró llegar a lo más alto de Segunda, y vino a la Condomina sacando pecho, con el ascenso en las manos, y un futuro que destapó el corazón traidor de varios cientos de supuestos murcianistas incondicionales, que terminaron por mostrar un antimurcianismo que se asentó en el complejo rancio aún visible en las gradas murcianistas. Es un equipo de Murcia, decían al principio.
Luego llegó el Lorca de Baños. Otro nuevo rico que llenó las gradas de nuestra vieja Condomina de putamurcias, y aparcó decenas de autobuses en la Avenida de la Fama, cuando jugaban en Segunda, pero ya eran de Primera, con el Émery mediático como estandarte. Después de los coleccionistas de espectáculos patrios, los lorquinos tuvieron su momento de gloria. Pero no llegaron con gasolina suficiente al final, y para el verano ya estaban merendándose sus putamurcias con patatas. Al año siguiente no quedaban ni las brasas. En una metáfora exquisita, un murcianista con más de 50 años de fútbol a sus espaldas me dijo hace poco: - El Ciudad, o el Lorca encarnan la burbuja futbolística, prima hermana de la burbuja inmobiliaria. Equipos que se han hinchado tan rápido como luego se deshincharon. Entiéndase hincharse como la afluencia masiva de nuevos hinchas. Hinchadas de humo, que cuando esa burbuja pinchó, desaparecieron como las ratas. Así es el fútbol en España. Fiel a los triunfos.
Este Cartagena huele igual que el Ciudad, es otro club engendrado a base de usurpar la agonía del histórico Efesé. – Es un equipo de Cartagena, heredero de aquel, dicen. ¿Quién hereda de un vivo? Entendamos el fútbol, y entendamos el hambre de triunfos, ya expuesta como el motivo principal para hinchar equipos. Aquí llegan los albinegros, haciendo camisetas con la histórica clasificación, que les sitúa por primera vez en un derbi 17 puestos por encima del viejo Real Murcia, y miles llenarán las gradas, esta vez de nuestra Nueva Condomina, de los mismos putamurcias que ya nos escupieron los lorquinos. Volveremos a encajarlos animando a nuestro club. Al club al que llevamos animando más de un siglo en esta ciudad. Porque en Murcia lo que se hereda de padres a hijos es el sentimiento por el Real Murcia. Ojalá el humo se haga sólido, y el fútbol sea compasivo con la hinchazón del Nuevo Efesé. Ojalá no tengamos que volver a sentir condescendencia de aquellos hinchas que verdaderamente están creyendo en su nueva pasión, y el fútbol eche raíces en Cartagena, y juguemos muchos más derbis, sin humo, sin veletismos, sólo con fútbol, con pasión, y con la rivalidad propia de dos ciudades de fútbol. Con ese anhelo, os deseo a todos feliz derbi, y que gane el Real Murcia, claro. Vale.
El periodista se llama Yayo Delgado y podéis entrar en su web haciendo clic aquí.
Os lo reproduzco integramente:
A la tercera, puede que vaya la vencida. No hay que descartarlo, porque el fútbol tiene esas cosas. Aunque más sabe el chache por viejo, que por diablo, y después de un siglo viendo fútbol en grana y blanco, esta ciudad ya está curada de espanto. Vuelve un derbi regional en Segunda División, y con un equipo de Cartagena. 23 años después, nada menos. Pero es una película que nos suena a todos, no por aquellos partidos en Segunda B en la aciaga, pero recordada con nostalgia, década de los noventa, no. Primero fue el Ciudad de Murcia, engendrado aprovechando una supuesta agonía de nuestro centenario Real Murcia, usurpando colores e identidad, el que logró llegar a lo más alto de Segunda, y vino a la Condomina sacando pecho, con el ascenso en las manos, y un futuro que destapó el corazón traidor de varios cientos de supuestos murcianistas incondicionales, que terminaron por mostrar un antimurcianismo que se asentó en el complejo rancio aún visible en las gradas murcianistas. Es un equipo de Murcia, decían al principio.
Luego llegó el Lorca de Baños. Otro nuevo rico que llenó las gradas de nuestra vieja Condomina de putamurcias, y aparcó decenas de autobuses en la Avenida de la Fama, cuando jugaban en Segunda, pero ya eran de Primera, con el Émery mediático como estandarte. Después de los coleccionistas de espectáculos patrios, los lorquinos tuvieron su momento de gloria. Pero no llegaron con gasolina suficiente al final, y para el verano ya estaban merendándose sus putamurcias con patatas. Al año siguiente no quedaban ni las brasas. En una metáfora exquisita, un murcianista con más de 50 años de fútbol a sus espaldas me dijo hace poco: - El Ciudad, o el Lorca encarnan la burbuja futbolística, prima hermana de la burbuja inmobiliaria. Equipos que se han hinchado tan rápido como luego se deshincharon. Entiéndase hincharse como la afluencia masiva de nuevos hinchas. Hinchadas de humo, que cuando esa burbuja pinchó, desaparecieron como las ratas. Así es el fútbol en España. Fiel a los triunfos.
Este Cartagena huele igual que el Ciudad, es otro club engendrado a base de usurpar la agonía del histórico Efesé. – Es un equipo de Cartagena, heredero de aquel, dicen. ¿Quién hereda de un vivo? Entendamos el fútbol, y entendamos el hambre de triunfos, ya expuesta como el motivo principal para hinchar equipos. Aquí llegan los albinegros, haciendo camisetas con la histórica clasificación, que les sitúa por primera vez en un derbi 17 puestos por encima del viejo Real Murcia, y miles llenarán las gradas, esta vez de nuestra Nueva Condomina, de los mismos putamurcias que ya nos escupieron los lorquinos. Volveremos a encajarlos animando a nuestro club. Al club al que llevamos animando más de un siglo en esta ciudad. Porque en Murcia lo que se hereda de padres a hijos es el sentimiento por el Real Murcia. Ojalá el humo se haga sólido, y el fútbol sea compasivo con la hinchazón del Nuevo Efesé. Ojalá no tengamos que volver a sentir condescendencia de aquellos hinchas que verdaderamente están creyendo en su nueva pasión, y el fútbol eche raíces en Cartagena, y juguemos muchos más derbis, sin humo, sin veletismos, sólo con fútbol, con pasión, y con la rivalidad propia de dos ciudades de fútbol. Con ese anhelo, os deseo a todos feliz derbi, y que gane el Real Murcia, claro. Vale.
El periodista se llama Yayo Delgado y podéis entrar en su web haciendo clic aquí.
vaya un chalao este tambien
ResponderEliminarPues me parece bien, el hombre no se mete con nadie y declara el su amor hacia su equipo, lo cual veo de lo mas normal.
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