Negros nubarrones.

El choque ante el Mazarrón ha significado mucho más que una victoria, esos tres puntos dan aire al equipo para mirar un poco más tranquilos lo que resta de liga, el presidente estará contento y Pichi Lucas tendrá que seguir trabajando y duro si quiere que el equipo escale posiciones. Pero en el mundo del fútbol hay giros de 180 grados en tan sólo unos minutos y Marbella será una piedra de toque donde el referente en el mediocampo cartagenero no podrá jugar por sanción, Mariano Sánchez vió la quinta amarilla al igual que Leo.

La victoria hizo sacar la rabia contenida de muchos jugadores, según se ha hecho público hoy, Toledo, Leo y algún otro jugador, se dirigieron a la grada. En el plano personal, esos gestos son enténdibles, difícilmente justificables, pero el presidente se ha encargado de echar tierra encima de ellos una y otra vez, exculpándose él y su director deportivo ante una afición deseosa de "encender la hoguera" para justificar el final de la temporada pasada y toda esta. Lo cierto es que los jugadores no están bien, pero no es de ahora, sus salidas a deshoras, los malos resultados, los contínuos cambios de entrenador, las salidas de tono del presidente, la mala planificación del equipo, los cambios de horario y ahora ver como la afición les da la espalda, han hecho mella en ellos.

Los jugadores no deben volverse contra la afición, tengan en cuenta que muchos no compartimos esos insultos y entendemos su enfado, pero a la vez, deben de ser conscientes de la situación del equipo, que desde luego no son culpables, en un porcentaje sí, pero hay situaciones que no invitan a que la semana y los partidos se desarrollen con tranquilidad. De muchos de ellos se esperaba más y por lo que sea, no están nada acertados, otros han pasado de la gloria en tiempos de Juan Ignacio y Amaral, a la cruda realiadad, son grandes jugadores y a veces la situación les supera. ¿Jugaremos play off?, la pregunta del millón, matemáticamente hay opciones, pero no todo depende de los jugadores, el entorno y lo mal sembrado ahora pasa factura. El equipo, de momento, carece de medio organizador, los jugadres que han venido en invierno necesitan tiempo y todos necesitan un entorno que de señales de un objetivo claro y sin fisuras, no solo hay que ganar, sino esperar que los demás fallen, la salida a Marbella y los enfrentamientos directos ante siete aspirantes, Real Betis, Ceuta, Linares, Puertollano, Écija, Águilas y Mérida marcarán el devenir del FC Cartagena.